Mi estudio se centra en el espacio, y como desde un primer momento no tengo claro cómo definir este concepto, lo voy a considerar como un volumen que unas veces las personas hacemos nuestro, que otras veces toma un papel secundario e incluso un volumen que otras veces sentimos ajeno.
Para continuar con el estudio, he introducido nuevos conceptos como los recorridos y las percepciones.
La mayoría de los recorridos se relacionan con los espacios de diferentes formas como son: Recorridos que pasan entre espacios, recorridos que atraviesan espacios y recorridos que acaban en espacios.
Así mismo, estos recorridos nos producen unas sensaciones, unas percepciones, dependiendo de su volumetría. Como puede ser desorientación, distorsión del tamaño y de la distancia, agobio, sorpresa, sensación de movimiento, confusión o amplitud. En definitiva, los recorridos en función de su forma, de su delimitación del espacio, nos producen unas percepciones distintas en cada uno de ellos.
Además, la permeabilidad de un espacio no solo depende del tratamiento que a una delimitación física le hagamos. Depende en gran medida de su disposición y juego con la luz.
Centrándonos ahora en el espacio personal o íntimo de una persona, éste varía en función de la actividad que desarrolle o del grado de permeabilidad que necesite.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la importancia de la luz, a mayor luz y por lo tanto menor envolvente del espacio una mayor permeabilidad de éste. Desarrollo lo expuesto buscando la menor superficie capaz de encerrar o “envolver” el mayor espacio posible, la esfera. Así como una estructura tridimensional capaz de convertirse en el esqueleto de esta envolvente.
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